Juventus-Nápoles (2-3): Lágrimas y alegría enloquecida de dos comentaristas ¨tifosi¨del Nápoles (ejemplo de pésimo periodismo deportivo).

Tifosi napolitanos enloquecidos con la victoria de su equipo.

Dos comentaristas de una televisión local napolitana cuentan la empresa de su equipo, el Nápoles, que gana en el estadio Olímpico de Turín a la Juventus por 2-3. Cuando Hamsik mete el gol decisivo  pierden el control: «Hagámosla pedazos esta Juventus»,  «Quiero morir aquí», ¨Sepultarnos aquí¨, ¨Soy del Nápoles, gracias a Dios¨, ¨Pellizcame, despiértame, estoy soñando¨.  Y a su regreso a Nápoles, recibimiento de héroe por parte de los ¨tifosi¨. Una locura.  En fín, siempre he pensado que el periodista deportivo que hace el «tifo» por un equipo es un pésimo periodista deportivo; quizás sería mejor llamarlo un personaje de espectáculo. Es el caso que nos ocupa. Ver, para creer:

  Como contraste, bien puedo traer el ejemplo de mi buen amigo José Angel de la Casa: 30 años de comentarista en TVE  y aún no sé de qué equipo es «tifoso». Solo se le notaba un color: el de la Roja.

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Asesinato de la camorra en calle. Video del horror

Es como una secuencia del film Gomorra o del Padrino.

Así se muere en el barrio de la Sanitá, en el centro de Nápoles. Un hombre fuma ante un bar, mira la gente que pasa. Son los últimos momentos de vida de  Mariano Bacioterracino, de 53 años, especialista en el robo de bancos.

Con toda frialdad, un asesino entra en el bar y sale de inmediato empuñando la pistola para cometer el homicidio. 

Un video, que produce horror, lo registra todo. Es la primera vez que se filma una ejecucione de la camorra. La policía lo ha hecho público, haciendo un llamamiento a la población para que colabore en la captura del homicida.

 Asombra la tranquilidad con que los vecinos observan el asesinato. Roberto Saviano, condenado a muerte por la camorra, por contar sus negocios en el libro Gomorra, describe las imágenes, destacando que lo que llama la atención es “la trágica serenidad de la gente, porque cuando una ciudad sufre una guerra, las personas observan esos acontecimientos con tranquila indiferencia, como una cosa ordinaria”. Sobrecogedor.

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