Benedicto XVI se ha encontrado y perdonado a Susana Maiolo, la joven que en Nochebuena le hizo caer en la Basílica de San Pedro. El coloquio, estrictamente privado, se ha realizado después de la tradicional audiencia de los miércoles. Susana Maiolo se ha mostrado arrepentida de su asalto al Papa. Y benedecito XVI le ha manifestado “su perdón y sus mejores deseos por su salud”.
Días pasados, el secretario personal de Benedicto XVI había visitado a la joven en el hospital.
Todos recordamos la imagen de Juan Pablo II en coloquio con su agresor el turco Ali Agca. Son dos casos distintos. Pero ambos son gestos de humanidad profunda y universal. En un mundo que tiene necesidad de ver gestos de comprensión y de escuchar al débil, el encuentro del Papa con su agresora es una lección de estilo y una invitación universal al perdón y a la comprensión.