Parece que hubiera pasado ya un siglo, pero ocurrió hace tan solo 20 años la caída del muro de Berlín, que supuso el final de la guerra fría, la derrota del comunismo y, para muchos, el final de las ideologías.
Joaquín Navarro-Valls, portavoz de Juan pablo II durante 22 años, ha publicado en el diario La Repubblica un artículo titulado: “Wojtyla, Gorbachov y la caída del muro”.
Asegura Navarro-Valls que “el gran responsable de todo” fue Gorbachov, quien pocos días después era recibido en el Vaticano por Juan pablo II, el papa polaco que también jugó un papel central en la caída del muro de Berlín. “Ambos habían percibido que la libertad no era un hecho político, sino una dimensión humana imprescindible y que no se puede suprimir; ambos, por caminos diversos, entendían que la libertad era un postulado pre-político. Ambos sabían que la libertad es un riesgo al que no se puede renunciar jamás”, escribe Navarro-Valls.
Joaquín Navarro-Valls acaba de publicar el libro “A paso de hombre. Recuerdos, encuentros y reflexiones entre historia y actualidad” (Editorial Mondadori).
Aquí Navarro-Valls evoca ese encuentro histórico de Wojtyla y Gorbachov en el Vaticano, el 1 de diciembre de 1989: “Aquella misma tarde cenando con el Papa tuve ocasión de hablar de la reunión que había mantenido por la mañana. Sobre Mijail Gorbachov el Papa no tuvo impedimento en comentar: “Es un hombre de principios”. Con mucha curiosidad le pregunté que quería decir ser un hombre de principios. El respondió: “Es una persona que cree tanto en sus valores que está dispuesta a aceptar todas las consecuencias que se derivan, aunque puedan disgustarle y no serle útiles”.
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